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domingo, 21 de octubre de 2018

Arañita



Esta vez David me sorprendió con un nuevo amigo, su nombre: "Arácnido". En cuánto supe su nombre imaginé una tarántula jajajaja. Me cuenta que él vio a una araña caer al agua en el lavamanos. "Mamá, me asusté mucho, su vida corría peligro, y la saqué. Mami, yo le dije:

"Tranquila araña, ya estás a salvo, no puedes escalar hasta estar seca, deja que te sople, ahora cuentas conmigo, soy un humano amigo, los amigos se ayudan. Bienvenida a nuestro baño, tal vez puedas cazar algunos zancudos, ellos no son bienvenidos porque traen enfermedades".

Una vez que me contó la conversación que él tuvo con ella, me mostró a nuestra nueva invitada y acá se las presentamos en una foto. ¿La ven?. Mi madre me dijo: "Tú hacías lo mismo cuando niña".

sábado, 20 de octubre de 2018

¿Puedo quedarme con esta cachorrita?



   Hace poco nuestras vidas cambiaron, tuve que salir de mi país, y ahora vivimos cerca del mar, un día, como de costumbre, nos fuimos a la playa.  Una pequeña cachorra se nos acercó, jugó con nosotros, y buscó amistad siguiéndonos, mi hijo mayor, David, me preguntó: ¿podemos quedarnos con ella?, así que ahora Canelita es una gran amiga nuestra.  Comparto con ustedes la foto de aquel encuentro.  Perdón si tenía mucho tiempo sin publicar en este blog. Como les dije nuestras vidas han estado en un constante cambio, gracias por leerme.  Lili.

jueves, 28 de diciembre de 2017

Una historia para meditar



Al verdadero amor no se le conoce por lo que exige, 
sino por lo que ofrece. 
Jacinto Benavente

Una historia para meditar 

El día de hoy quería compartir un tema muy especial pero cambié de planes cuando leí algo en twitter que me movió a querer compartir con ustedes esta historia, nuestra sociedad está en una enorme decadencia y la altivez de corazón, el desamor, el egoísmo y maldad nos están ganando la batalla, debemos detenernos y meditar, no podemos dejar que nuestro corazón se congele ante tanto sufrimiento, la persona que publicó esta historia pueden buscarle, él vivió esta experiencia y estoy agradecida que la haya compartido con nosotros, hagamos la diferencia gente bonita, si podemos ayudarnos unos a otros, si podemos respetarnos, si podemos valorarnos, si podemos dejar una huella de amor en el mundo, gracias a: @ingcesarduque  por compartir tu historia, sin más que decir, disfruten y mediten en esto.



"Voy a contarles una historia, una historia de aprendizaje, donde mi perra y un indigente me dieron una valiosa lección, hace unos días, llevaba mi perrita en el carro; normalmente me la llevo al trabajo cuando me toca salir de la ciudad...al llegar a un sitio, normalmente la saco del carro, para que haga pipí y de una vueltica conmigo, ella como siempre, salió, olió, hizo sus cosas de perro y mientras yo revisaba algo la perdí de vista un segundo, cuando levanto la vista...Veo a un indigente, pero un indigente en un estado lamentable, con parches calvos en la cabeza, maloliente aun para un indigente, lleno de llagas en la cabeza... abrazando a mi perra, yo me prepare mentalmente, si tenia que arrancarle mi perra, lo haría como fuera...Sin embargo, al mirar con mas calma veo que ella está feliz, lo lame, le juega y el la trata con un profundo cariño, la 
acaricia, le dice "mi niña" y ella (que es puro amor) le correspondía, no me malinterpreten, ella ha rechazado y se ha puesto a la defensiva con gente, incluso, una vez me salvó de que un tipo me rompiera los vidrios del carro, pero eso es otra historia, yo me relajé un poco, confié en el criterio de mi perra para con la gente y la deje jugar con el, el me dijo: "es que me robaron mi perrito la semana pasada".  Tal vez no lo sepan pero los perros son VITALES para la superivencia de los indigentes, no son solo compañía, son amigos, son guardias, calor y hay estudios completos de la relación entre hombre y animal a nivel de habitantes de la calle.

   El sacó un pan del bolsillo, y me dijo: "¿le puedo dar pancito"? yo casi digo  que no, pero a esas alturas, me di cuenta que sería un irrespeto... y la verdad me dije "lo que sea con tal que podamos salir de esto rapido" así que le dije: "claro, dele con confianza", él le dio casi todo el pan y ella (obviamente) se lo recibió encantada, yo solo pensaba en mi interior "que no me la vaya envenenar, por favor, por favor!!" y arrancamos a conversar, temas triviales, clima, la navidad, cosas así...ella seguía jugando y el acariciándola, besándola... y yo hablándole, ya mucho mas relajado (aunque no dejaba de pensar que de ahí salíamos a la veterinaria a bañarla) finalmente, él me dijo que tenia que irse, yo respire aliviado, y me dijo, "es muy linda su hija (el si entiende eso, que son hijos, peludos, pero hijos) cuídela mucho, se nota que le han dado mucho amor", yo le agradecí y me metí la mano al bolsillo, pensando en darle unas monedas o algo, cuando él me miro a los ojos, con unos ojos llenos de dolor, de pena, pero con una dignidad arrolladora que rara vez he visto..."gracias", me dijo, yo pensé que había visto que le iba a dar plata, pero no, me dijo, "muchas gracias inge" (llevaba el casco pegado de la maleta) yo le dije: ¿de que? el de nuevo sin dejar de acariciar a mi perra me dijo: "por tratarme con respeto"..."es que no crea, a uno lo tratan como mierda y a veces hasta a uno se le olvida que es persona" yo le traté de dar 10.000 pesos, y el me los rechazó con una dignidad aplastante, me sentí inferior a el en muchos aspectos, dijo: "fresco, yo ya tengo comida y dormida esta noche y no quiero que piense que quería pedirle plata o robarle algo, es que me hacia mucha falta acariciar un perrito, los de la calle no se dejan y los finos la gente los guarda cuando me ve", a mí se empezó a desgranar la lágrima en el ojo, el recogió su costalito, se despidió de mi perrita, que una vez más lo lamió hasta el cansancio y se despidió, yo llamé a la regalada de mi hija perro y ella muy obediente se subió al carro
y yo me di cuenta, que a veces, sin importar lo estudiados, educados y viajados que seamos, un perro y/o un indigente nos enseñan significados de palabras como "respeto", "dignidad", "humanidad" y varias mas.  No lo niego, no llevé a brisa a bañar, le pase unos pañitos y hasta por eso me sentí culpable, pero creo que detrás de ese encuentro hay sabias lecciones...Si quieren, delen RT o compartanlo, creo que todos podemos aprender de esto, en estas fechas en particular..."

   Lo único que yo, Liliana Lizcano puedo añadir a una de esas lecciones que he aprendido de estas personas que llamamos "indingentes" es que como una vez me dijo alguien en "condición de calle" no somos indingentes, no somos "indignos" eso significa indingentes para él y para nuestra sociedad y según lo que él en su sabiduría ya de anciano decía "Es una muy mala palabra para llamarnos, NO SOMOS INDIGNOS, somos personas en condición de calle, por pobreza, por estar atados a una enfermedad en la que perdimos nuestras familias (llámese alcoholismo, drogadicción, o locura)", tenemos mucho que aprender mi gente, quizás usted no puede alimentar a todo un barrio, pero si puede llevar un pan extra o algo que pueda compartir con el más necesitado, siempre podemos llevar un poquito de luz a quien sufre, a veces ni siquiera es lo material o la comida, a veces es el gesto de hacerles ver que si cuentan, como sucedió en esta historia, un abrazo al alma, sigamos creciendo,  bendiciones a todos, con respeto y cariño, Liliana.


Ama y haz lo que quieras; si te callas, calla por amor; 
si hablas, habla por amor; si corriges, corrige por amor; si perdonas, 
perdona por amor; ten la raíz del amor en el fondo de tu corazón
: de esta raíz solamente puede salir lo que es bueno. 
San Agustín de Hipona

miércoles, 7 de mayo de 2014

Un gatito blanco coqueteando con la cámara





¿Recuerdan a Luna?, en entradas anteriores hablé de ella, una gatita negra con manchas blancas, bueno, Luna se convirtió en madre, y entre los gatitos que tuvo está ese gatito blanco con manchitas negras, lo contrario de su mamá.  Es todo un modelo ante la cámara pues se quedaba quietico.




lunes, 7 de abril de 2014

Pichones

Mi madre me llevó a dar una vuelta por su lugar de trabajo, y me dijo: "Quiero mostrarte algo..." Entonces me mostró unos pichones que estaban en un pequeño arbolito, me dijo con emoción que ve desde lejos cuando los padres los alimentan y que pronto dejarán el nido, tomé un par de fotos para compartirlas con ustedes.  Liliana.





miércoles, 5 de marzo de 2014

Poema: Un perro ha muerto




 Para todos aquéllos que tuvieron que decirle adiós a un mejor amigo...

UN PERRO HA MUERTO
 

Mi perro ha muerto.
Lo enterré en el jardín
junto a una vieja máquina oxidada.

Allí, no más abajo,
ni más arriba,
se juntará conmigo alguna vez.
Ahora él ya se fue con su pelaje,
su mala educación, su nariz iría.
Y yo, materialista que no cree
en el celeste cielo prometido
para ningún humano,
para este perro o para todo perro
creo en el cielo, sí, creo en un cielo
donde yo no entraré, pero él me espera
ondulando su cola de abanico
para que yo al llegar tenga amistades.

Ay no diré la tristeza en la tierra
de no tenerlo más por compañero,
que para mí jamás fue un servidor.

Tuvo hacia mí la amistad de un erizo
que conservaba su soberanía,
la amistad de una estrella independiente
sin más intimidad que la precisa,
sin exageraciones:
no se trepaba sobre mi vestuario
llenándome de pelos o de sarna,
no se frotaba contra mi rodilla
como otros perros obsesos sexuales.
No, mi perro me miraba
dándome la atención que necesito,
la atención necesaria
para hacer comprender a un vanidoso
que siendo perro él,
con esos ojos, más puros que los míos,
perdía el tiempo, pero me miraba
con la mirada que me reservó
toda su dulce, su peluda vida,
su silenciosa vida,
cerca de mí, sin molestarme nunca,
y sin pedirme nada.

Ay cuántas veces quise tener cola
andando junto a él por las orillas
del mar, en el invierno de Isla Negra,
en la gran soledad: arriba el aire
traspasado de pájaros glaciales,
y mi perro brincando, hirsuto, lleno
de voltaje marino en movimiento:
mi perro vagabundo y olfatorio
enarbolando su cola dorada
frente a frente al Océano y su espuma.

Alegre, alegre, alegre
como los perros saben ser felices,
sin nada más, con el absolutismo
de la naturaleza descarada.

No hay adiós a mi perro que se ha muerto.
Y no hay ni hubo mentira entre nosotros.

Ya se fue y lo enterré, y eso era todo.


Pablo Neruda